domingo, 5 de abril de 2020

Aprendamos de Job #5



Al leer estos versículos puedo ver la aflicción y la angustia de Job reflejada allí. Como cualquier se humano al que le llegan tantas calamidades una tras otra Job se lamenta y se siente sumamente triste. Todo creyente está supuesto a en algún momento sufrir. Este sufrimiento no debe solamente estar en nuestro interior, sino que no pecamos si lo exteriorizamos. Job se sentía muy triste por la perdida de sus bienes, criados, sus hijos y lo expresa. La mujer cristiana que ha perdido un ser querido o esta atravesando por dificultades serias que afectan sus emociones, no hace mal en llorar o lamentarse por la situación y de seguro esto se reflejará en su rostro o aun en su aspecto físico por algunos días. 
Job al escuchar estas noticias tan inesperadas y funestas hace lo siguiente:
A) Se levantó, rasgó su manto, El termino hebreo (Keriá) significa Rasgar la ropa, es la manera religiosa de expresar la amargura por la pérdida de un ser querido y una expresión externa de las emociones interiores de aquel que está de luto. Este gesto quizás nos parezca extraño hoy día, pero los judíos expresaban con él emociones intensas, como desesperación, dolor, humillación, ira o tristeza.
B) Rasuró su cabeza, señal de duelo también. 
C) Se postró en tierra, y adoró, Job reconoció que Dios es todopoderoso. El se humilló y exaltó a Dios. Job no argumentó o preguntó a Dios sobre su situación. No le vemos formando un alegato, basándose en su justicia. 
D) Reconoció la soberanía De Dios sobre su vida, Dios hace lo que le place en nosotros y con nosotros. Nosotras no podemos cuestionarle, o detenerle. 
Salmos 135. 6
Todo lo que Jehová quiere, lo hace,
En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Isaias 14.27 Si lo ha determinado el Señor Todopoderoso, ¿quién podrá impedirlo? Si él ha extendido su mano, ¿quién podrá detenerla?
E) Mostró que no tenia apego a las cosas materiales, Job entendía que todo lo que tenia se lo había dado Dios, por ende podía quitárselo y el continuaría viviendo igual. Podemos tener riquezas, disfrutar de ellas, pero sin creer que son eternas o que no podemos vivir sin ellas. Debemos contentarnos sea cual sea nuestra situación económica. 
Filipenses 4. 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
F) Bendijo el nombre del Señor, les invito a leer el Salmo 103-104. El bendecir al Señor no debe ser el resultado de una vida prospera en bienes materiales, una gran familia, fama, holgura económica, sino el resultado de una persona que se reconoce como pecador redimido por Dios. El mayor bien que Dios nos ha hecho es la salvación. Como diría alguien: Nosotros estamos mucho mejor de que merecemos. 
En teoría tal vez ahora diríamos que actuaríamos así como Job cuando lleguen las dificultades, pero la realidad es que somos polvo por nosotras mismas no podemos. Muchas veces seremos presa de la desesperación y el temor. Nuestras emociones nos traicionaran y en ocasiones pecaremos. 
Aveces tomamos como excusa el dolor que sufrimos para hacer dos cosas que nos dice el texto que Job no hizo
-Pecar
-Culpar a Dios
Lo que Job estaba sufriendo no era algo simple, sino una situación muy difícil, la cual espero nunca pasar y la palabra declara: en todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. 
Dios nos creó con emociones, por lo cual debemos expresar dolor, tristeza y demás, pero no tenemos licencia para pecar contra Dios en momentos de angustia. Creo que debemos ser intencionales, las situaciones pueden llegar en cualquier momento, entonces debemos haber entrenado nuestra alma, mente, corazón y espíritu alabar al Señor cualquier que fuera nuestra situación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario