viernes, 22 de febrero de 2013

Padres e Hijas, una relacion de honra





Padres e Hijas
Mi relación con mis padres o tutores

Efe 6:1  Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
Efe 6:2  Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
Efe 6:3  para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Efe 6:4  Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Hablando de una hija de Dios y sus relaciones, nos topamos en el tema de hoy, los padres (la familia), pues es la primera relación que tiene el ser humano. Ya que esta comienza desde que es concebido y formado en el vientre de la madre.

Nuestros padres son nuestros progenitores, nosotras somos producto de su unión, tenemos una relación que va mas allá de nuestra comprensión, hay lazos de sangre, emocionales, de alma y espíritu. Ellos tienen la encomienda de recibirnos como un regalo de Dios, Sal 127:3  He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Para protegernos, cuidarnos, velar por nuestras almas. Dios nos encomendó a ellos, ellos tienen responsabilidades delante del creador por nosotros, como son:
-Criarnos de forma correcta, lo cual incluye muchas cosas que a veces como hijas no entendemos y reaccionamos de forma negativa. Deben de formarnos agregando diferentes elementos: amor, disciplina, protección, provisión, entre otras cosas. Todos deseamos que nuestros padres nos amen, pero a nuestra manera de ver el amor, pues nosotras crecemos pensando que amor es dejarme hacer todo lo que yo quiero, sin imponer límites o reprendernos. Pero la Biblia como siempre está para instruirnos y nos dice, Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. (Pro 3:12). Dentro de sus responsabilidades como padres, ellos deben de moldear nuestro carácter y para ello utilizarán las amonestaciones, los regaños, la vara, los castigos, privándonos a veces de cosas que deseamos mucho.
Si recordamos podríamos mencionar algunas veces que fuimos castigados, generalmente fue por incumplimiento de alguna tarea o por hacer algo que estaba prohibido… acaso ¿no nos sirvió de algo su reprensión? Yo creo que sí, y si contigo no lo hicieron te aseguro que esa permisividad ha dejado grietas en tu carácter, como fue el caso de David con sus hijos, tanto Absalón a quien amaba tanto, como Adonías quien quiso usurpar el trono de su padre antes de morir y cuyo trono David daría a Salomón. De Adonias se dice que 1Re 1:6  Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además, éste era de muy hermoso parecer; y había nacido después de Absalón. David nunca le impuso límites y en 1Reyes 1 vemos los resultados. La reprensión tiene un buen propósito, nosotras debemos de recibirla y aprender de ella.
Además, ellos tienen la encomienda de aconsejarnos, de indicarnos lo que ellos creen que debemos de hacer, o cómo hacerlo, en cada situación de nuestra vida. No te creas la mentira que Satanás ha querido poner en nuestras mentes de que nuestros padres no deben meterse, que es nuestra vida y que no deben opinar o como decimos “yo sé lo que hago, es mi vida, tu viviste ya la tuya”, ellos siempre desean lo mejor y ven las cosas desde una mejor perspectiva que nosotras en la mayoría de los casos, sus años, el amor que nos tienen, la experiencia vivida, la dirección de la palabra de Dios en ellos no se equivocan, además la biblia en numerosas ocasiones habla de que ellos deben aconsejarnos, El hijo sabio recibe el consejo del padre;  Mas el burlador no escucha las reprensiones. (Pro 13:1), este es solo un ejemplo de los versos que encontramos que hablan de atender al consejo de nuestros padres, se repite varias veces, lo cual indica que a Dios le interesa que hagamos caso a este mandamiento y que El demandará a los padres el haber aconsejado a sus hijas y a las hijas el haber escuchado a sus padres y madres (sobre todo en la adolescencia se torna difícil la relación madre-hija).
Somos sabias si recibimos sus consejos y estaremos así agradando a Dios, de lo contrario traeremos a la corta o a la larga tristeza a nuestras vidas y lágrimas que pudimos haber evitado de haberles hecho caso, pero tal vez en ese momento, nos pareció estúpido, pasado de moda, que papá y mamá no sabían nada, pero Dios con el tiempo nos mostró que la equivocada eras tú o yo, ¿Qué pena? Pero podemos ahorrarnos todo eso, solo si hacemos caso a la palabra de Dios y escuchamos los consejos de nuestros padres, aún cuando a nuestros oídos parezcan estúpidos.
Dios pide a los padres también que nos enseñen amar a Dios y su palabra con toda nuestra persona (alma, fuerza, corazón), es un mandato de Dios amarlo y nuestros padres deben de enseñarnos cómo hacerlo, Deu 6.1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;
Deu 6:2  para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.
Deu 6:3  Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres.
Deu 6:4  Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.(A)
Deu 6:5  Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.(B)
Deu 6:6  Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
Deu 6:7  y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deu 6:8  Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
Deu 6:9  y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Sabemos que nuestra sociedad no es la ideal y muchos de nuestros padres no son creyentes, pero algunos si los son, pues ellos deben de pasar a las próximas generaciones el legado de una vida comprometida con Dios y su palabra, ser un modelo para nosotras de una persona íntegra que ama a Dios y sus mandamientos. Esto evidenciará en una vida justa y santa. Los padres deben de instruir a sus hijos en la palabra desde el vientre, suena loco, pero esa es la verdad, nuestros padres y madres deben de ser nuestros primeros, maestros de escuela bíblica, pastores, discipuladores, etc… es su trabajo, pues Dios sabe que la única forma de asegurarnos una vida exitosa es si somos obedientes a su palabra, Pro 22:6  Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. El conocimiento de Dios que un padre planta en su niña de 3 años le salvará de muchos errores.
 Eso fué lo que hicieron la madre y la abuela de Timoteo, Loida y Eunice, desde la niñez le enseñaron la palabra de Dios. ¿Quién llegó a ser Timoteo? ¿Ves? Se convirtió en un fiel colaborador de Pablo, en la extensión del evangelio y la enseñanza al pueblo de Dios.
Ya hemos visto mucho del compromiso de los padres hacia sus hijas e hijos, nos damos cuenta de que lo que hacen muchas veces que a nosotras nos resulta incomodo es solo cumplir con el rol que Dios ha diseñado para ellos, pero ¿Cómo estamos nosotras respondiendo a eso? ¿Colaboramos o nos estamos rebelando? ¿Los criticamos con nuestras amigas porque no nos dejan hacer esto o aquello? ¿Les hacemos caso a lo que nos mandan sin objeciones?, sería bueno responder a estas preguntas a la luz de lo que diariamente vivimos. ¿Qué tal te llevas con tú papá, tú mamá o con la persona que es tu tutor (abuelos, una tía, hermana mayor, etc…)? ¿Cómo es tu relación?
¿Cómo te expresas de ellos?
Quizás eres de las que dicen:
-Estoy harta de mis padres
-No los soporto
-No me escuchan
-No me comprenden

Te animo a considerar cambiar de actitud y dar gracias a Dios por ellos, por lo menos porque fueron el instrumento de Dios para tu nacimiento. Y así como ellos tienen responsabilidades hacia tí, tú también debes de cumplir con tu parte. Dios en su palabra ha expresado como debe de ser nuestro trato hacia ellos, en lo siguiente veremos algunas cosas importantes:

Una Relación de Obediencia y honra:

Efe 6:1  Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Efe 6:2  Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; Efe 6:3  para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Estos versículos nos hablan de dos cosas muy importantes, obedecer y honrar. Obedecer en la biblia es escuchar, con la idea de silencio, o atención para luego ponerlo por obra. Este mandamiento en la antigüedad podría ser el primero o uno de los primeros que les era enseñado a los niños, por su gran importancia. Obedecer y honrar no es lo mismo, ya que obedeces cuando haces a cabalidad lo ordenado y honras cuan muestras amor, consideración, respeto.

Nosotras estamos llamadas a tener este tipo de relación con nuestros padres, de someternos a ellos, a sus mandamientos, mostrando deleite en agradarles, porque Dios se complace de este tipo de relación. Col 3:20  Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
Esta obediencia chicas no es una obediencia a medias, sino dice: en todo, muy claramente. Entonces, cuando les obedecemos les honramos, ellos se sienten bien, y ven que les tomamos en cuenta, que los apreciamos. La obediencia es tanto una actitud primero del corazón que se expresa en actos externos. Obedecer es lo correcto, es lo que corresponde como hijas.
El concepto de honrar no es nuevo y encierra muchas cosas a las cuales deberíamos prestar oído. Este mandamiento lo encontramos desde el antiguo testamento en:
Éxo 20:12  Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Deu 5:16  Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

Dios lo escribió como uno de sus mandamientos de sus puños y letra, ¿Qué más nos hace falta para comenzar a cumplirlo?

Honrar es estar pendientes de ellos, de sus necesidades, prestarles nuestra ayuda. ¿Cuántas veces tu mama ha estado enferma? ¿Qué has hecho por ella? Es en cada situación que debemos mostrarles honra. Es respetarles, darles honor, valor, reverencia, que todo cuanto les suceda nos importe y todo lo que acontezca en nuestras vidas podamos compartirlo con ellos, que a la hora de tomar decisiones les consultemos, esto es honra. La exigencia de la obediencia termina cuando como hijas, salimos de nuestra casa a formar un hogar, pero la honra es para toda la vida. Y lo increíble de esto es que si cumplimos este mandamiento de Dios tenemos una promesa, la cual se repite en todo los pasajes antes citados…

para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
… para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.

Dios nos promete prosperidad y larga vida. Dios trae bendiciones a la vida de las hijas que honran a sus padres.

¿Cómo muestro que les obedezco y los honro?
a)   Prestando oído a sus enseñanzas y consejos.
El libro de proverbios es rico en enseñarnos esto, en varios de sus versículos:
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,  Y no desprecies la dirección de tu madre; (Pro 1:8)
El hijo sabio recibe el consejo del padre; Mas el burlador no escucha las reprensiones. (Pro 13:1)
El necio menosprecia el consejo de su padre;  Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente. (Pro 15:5)
El ojo que escarnece a su padre  Y menosprecia la enseñanza de la madre,  Los cuervos de la cañada lo saquen,  Y lo devoren los hijos del águila. (Pro 30:17)

Somos consideradas por Dios sabias y prudentes cuando atendemos a los consejos de nuestros padres (abuelos, tíos y tías, etc…). Ya que una persona sabia es aquella que aplica los conocimientos aprendidos en el tiempo y la situación correcta, que sabe evaluar, discernir lo bueno y junto a la prudencia lo hace con cautela, con cuidado, no actúa locamente, entonces si escuchamos los consejos de nuestros padres tomaremos buenas decisiones que agraden a Dios.
Tal vez tu mamá y tu papá no nacieron en la misma época que tu, no conocen de tecnología, no entienden la música que escuchas o la ropa que vistes, pero los principios morales y bíblicos son los mismos de generación en generación y siempre es saludable oír lo que tienen que decir. A la hora de tomar una decisión hay que tomarles en cuenta, que nos den su punto de vista, ellos son determinantes en las decisiones que tomamos, nunca deberíamos hacer algo con lo que nuestros padres no estén de acuerdo, aun sea algo incomprensible para nosotras.
¿Qué piensan de tus amigos, el chico que te gusta, lo que vas estudiar, la ropa que vistes, tus pasatiempos? ¿Cuál es su opinión?
b)   No causándoles dolor o vergüenza
  Los proverbios de Salomón.
 El hijo sabio alegra al padre,
 Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
(Pro 10:1)

El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra;
 Y el padre del necio no se alegrará.
(Pro 17:21)

El hijo necio es pesadumbre de su padre,
 Y amargura a la que lo dio a luz.
(Pro 17:25)
Nuestros padres nos aman mucho y su deseo es nuestro bienestar generalmente, y cuando cometemos errores o andamos en malos pasos, ellos sufren porque saben que las malas decisiones que tomemos nos pesaran toda la vida. Dios nos manda a no causarles dolor, tristeza, pesar, vergüenza a nuestros padres, que ellos puedan estar contentos de la hija que tienen, que puedan hablar bien de nosotras.
Todo padre o madre quiere que su hija sea la mejor en la escuela, que saque buenas notas, que vaya a la universidad y obtenga un titulo, que pueda trabajar y contribuir a la sociedad, que tenga una vida moralmente correcta. Todo eso está muy bien, pero también todo padre creyente debe anhelar que su hija fiel cristiana, piadosa, una mujer virtuosa, para lograr esto debemos de atender a sus consejos y no hacer cosas que vayan en contra de su voluntad, que solo les traerán dolor y vergüenza.
En nuestra época hay muchos padres que se han desgastado de sufrimiento por sus hijos porque se metió al consumo y venta de drogas, a la prostitución, vive una vida desordenada, teniendo un niño tras otro sin saber a veces quien es el padre, o tal vez es una joven creyente que por mas años que pasen no madura y solo comete errores. ¿Eres tu motivo de dolor o vergüenza a tus padres? ¿Qué puedes decir sobre eso?
c)   Siendo motivo de alegría para ellos
Pro 23:22  Oye a tu padre, a aquel que te engendró;
 Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
Pro 23:23  Compra la verdad, y no la vendas;
 La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
Pro 23:24  Mucho se alegrará el padre del justo,
 Y el que engendra sabio se gozará con él.
Pro 23:25  Alégrense tu padre y tu madre,
 Y gócese la que te dio a luz.

¿Cuán hermosa fue sonrisa en el rostro de nuestras madres cuando dimos nuestro primer paso o aprendimos a decir mama? ¿Qué queda de esa niña que vivía para hacer reír a Papa? ¿Cómo los años nos van transformando?
Pensemos en esto, si le preguntásemos a tus padres… ¿podrían ellos decir que eres su alegría? ¿Qué se gozan en ti? Por tu buen comportamiento, por tu compromiso con Cristo, tu obediencia a Él y su palabra o todo lo contrario. Según este texto somos causa de alegría a nuestros padres cuando nos mostramos de forma justa y sabia. Cuando vivimos de acuerdo a la palabra de Dios y a los buenos consejos de nuestros padres, ellos se alegran. Pues es un gozo tener una hija integra, y es por esta instrucción que tendremos la actitud correcta al enfrentar las tentaciones de este mundo, como el caso presentado en esta porción de la escritura que nos habla de la mujer ramera y del alcohol, sino hemos sido bien instruida caeremos en cosas semejantes que causaran tristeza a nuestros padres, pero si seguimos la senda de los justos traeremos a su corazón alegría.

d)   Bendiciéndoles y no maldecirles
Hay generación que maldice a su padre
 Y a su madre no bendice.
(Pro 30:11)

Pro 20:20  Al que maldice a su padre o a su madre,
 Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.

¿Cómo hablas de tus padres? ¿Qué dices de ellos cuando no están presentes? ¿Cómo les hablas a ellos? ¿Qué palabras les dices?
Es una característica de la generación maligna, podríamos revisar muchos otros pasajes que van desde el antiguo testamento hasta el nuevo hablándonos sobre este tema: ver Exo_20:12 y también Deut. 5:16, Éxodo 21:17; Lev_20:9; Deut. 21:18-21. Es increíble, pero aun nosotras siendo creyentes nos comportamos como impías y caemos en este error fatal, de maldecir a nuestros padres, desfavorecemos intensamente en palabras y acciones a nuestros padres, entonces en vez de tener larga vida, nos enfrentamos a una vida acortada y llena de vicisitudes por las palabras de maldición a nuestros padres.
Quizás solo abras tu boca en tu casa para hablarle mal, decirles palabras ásperas, duras a tus padres, ofenderlos, causarles tristeza con tus palabras, debes saber que estas faltando al mandamiento de honrar a tus padres y que esto a la larga traerá consecuencias a tu vida. Aun cuando mama sea la persona más desesperante del mundo, aun cuando papa sea el hombre más anticuado y sobre protector del universo, tal vez la razón la tengas tú, pero aun así hay que honrar. Brindar palabras amables, dichos buenos, palabras suaves. No nos corresponde gritarles, ni hablar mal de ellos con nuestra mejor amiga.
e)   No menospreciándoles
El ojo que escarnece a su padre
 Y menosprecia la enseñanza de la madre,
 Los cuervos de la cañada lo saquen,
 Y lo devoren los hijos del águila.
(Pro 30:17)

Oye a tu padre, a aquel que te engendró;
 Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
(Pro 23:22)

Cuando menospreciamos a nuestros padres no les estamos honrando, porque los estamos despreciando, los estamos teniendo en poco y muchas veces avergonzándonos de ellos. ¿Cuándo tu madre habla cierras tus oídos? ¿No le prestas atención? ¿Escondes a tus padres de tus amigos? No te gustaría que los demás conocieran a tus padres. ¿Prefieres ir a buscar consejo o apoyo a otro lado y no a tus padres? Generalmente en nuestra adolescencia muchas de nosotras pasamos por eso y quizás tú también estés pasando por eso ahora en este momento, yo te animo a no dejarte engañar de Satanás.

Dale valor a tus padres, siéntate hablar con ellos, escúchales, ve que piensan, sienten, considera sus consejos, que sean importantes para ti y lo sepan. Dios va bendecir tu vida por ello. ¿Tal vez tu mama no sea lo bonita que querías? No saben de facebook, tu papa hace chistes malos a tus amigos, no saben de moda o no entienden tu lenguaje, pero ellos nos aman como nadie y Dios les respalda en su trabajo.

f)     Supliendo para sus necesidades
Mat 15:4  Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre;(A) y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. (B)
Mat 15:5  Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
Mat 15:6  ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.

Desde que somos concebidos en el vientre de nuestros padres, ellos se encargan de sustentarnos, velar por nuestras necesidades. Alimentos, ropa, educación, deseos. Viven trabajando para suplirnos, para que no tengamos carencia de nada. Pero al crecer muchas veces se nos olvidan cada uno de sus sacrificios, y no correspondemos a su desprendimiento. Jesús estaba enfrentando un problema aquí en estos versos, algunos estaban poniendo como excusa la ofrenda a Dios para no colaborar con sus padres, con esto solo lograban desagradar al Dios que pretendían adorar, no cumpliendo con el mandamiento de Dios de “honrar a Padre y Madre”.

Nuestra honra se mostrara en esta área también, con nuestros bienes. De lo que Dios nos da compartirlo con nuestros padres y velar de que así como ellos lo han hecho con nosotras, hacerlo también. Buscar su bienestar, comodidad, que no pasen necesidades de alimentos, salud, vestimenta. Es nuestro deber como hijas.

g)   Siendo cariñosas y amables con ellos
Buscando en la Biblia un ejemplo de esto, encontré el caso de Rut y Noemí, tal vez podamos pensar pero…Noemí no era madre biológica de Rut, bueno fue la esposa de su hijo, por tanto el cariño de ellas era de madre a hija y de hija a madre. Vemos a Rut acompañando a Noemí en los tiempo difíciles, haciendo un pacto de fidelidad, supliendo para las necesidades de Noemí, obedeciendo a sus consejos…waoooo que ejemplo de Madre e hijas. En muchas ocasiones hemos tomado este ejemplo para hablar de la amistad, pero mas que eso me parece un ejemplo de una relación de Madre e Hija, donde Rut decidió honrar a Noemí como una madre, claro como parte de una relación real de una madre y una hija esta ese vinculo de amistad.
Así mismo nosotras debemos de mostrar amor, cuidado, cariño para nuestros padres, aun mejor cuando envejecen que generalmente cuando algunos hijos desprecian a sus padres. Añoñarlos, mostrarles que les queremos, ellos necesitan eso de nosotras. Un beso, un abrazo, a veces nos cuesta tanto expresarles a nuestros padres nuestro cariño. Estaremos cumpliendo con el mandamiento de honrarlos.
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¿Estás tú honrando a tus padres?
¿En cuáles áreas debes de mejorar?
Si yo fuera a la casa de cada una de ustedes y entrevistara a tus padres… ¿Qué dirían de ti?
·         Después de todo esto: tal vez tus padres no sean tan buenos como crees que debieron o deben, pero aun así debemos cumplir con la escritura de “honrar” esto es para toda la vida.
-Te abandonaron
-No se acuerdan de ti
-Son inconversos y tienen una forma diferente de pensar
-Te exasperan, son difíciles de tratar.
Dios conoce todas estas situaciones, y no son excusa para como hijas no honrar a nuestros padres, en cambio debemos orar a Dios para que El nos ayude, que sea Él quien nos de fuerzas, paciencia y amor. Y cuando sea el tiempo les cambie. No estamos llamadas a juzgarlos o pagarles mal por mal, sino a honrarles.
Decide hoy:
·         Orar por tus padres.
·         Dar gracias a Dios por ellos.
·         Hacer algo amable por ellos.
·         Tener una mejor comunicación con ellos, contarles tus cosas.
·         Ayudar en los quehaceres del hogar.
“Cuando no honramos a nuestros padres, no honramos a Dios”

7 comentarios:

  1. Waooooo!! Muy Bueno, El Punto "e" Fue De mucha bendicion!! :D

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    1. Hola! que bueno, Bendiciones!!! muchas gracias ese es el proposito. DTBmas

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  2. hola , me encanto y gracias .. bendiciones para todos!!

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  3. Hola por favor necesitaria un consejo.. que pasa si tu padre te hacer hacer cosas malas.. mentiras, por dinero... no tener principios..estudie una carrera pero me quede ewn casa y eso del punto de la obediencia hacia nuestros padres es tan confunso para mi que deseo cmabiar y conocer y amar a Dios.. deseo servirle y no se como hacer por que mi cociencia me habla y me siento mal..ayuda

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  4. Soy Dayana..De peru.. te agradeceria me pudieras ayudar... leo y leo tanto hasta entender que la vida sin Dios no es facil.. me he vuelto una mujer insensible. sin amor, amargada y deseo tanto conocer al Señor... remediar tantas equivocaciones y utilizar mi carrera para ayudar a otros.. obvio que importa mas la parte espiritual pero tanta tristeza ver personas que necesitan y no poder ayudarlas por que estoy atrapada en casa y haciendo cosas que no me dejan dormir tranquila.. por favor si pudieras ayudarme a entender que estoy haciendo mal..mi correo dayana_0625@hotmail.com

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  5. en este tem hablan de los padres que aman a dios y quieren lo mejor para sus hijos pero que pasa con los que no.. con los que solo se guian por satanas y hacer cometer a sus hijos actos que no van de acuerdo a las enseñanazas de nuestro jesucristo

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  6. Excelente mensaje para nosotros los padres, me gusta su contenido y vale la pena ponerlos en practica con la ayuda de nuestro Dios. Gracias por sus orientaciones, bendiciones.

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