jueves, 9 de mayo de 2013

Dia 19




Sal 119:19  Forastero soy yo en la tierra;
 No encubras de mí tus mandamientos.

No sé si alguna vez has vivido en otro país, tal vez sí. Si es así, entonces fuiste una forastera, una extranjera. Pero no una turista como los que vienen a la zona turística de mi país, sino como dice este texto, la palabra forastero utilizada allí nos habla de un residente permanente que es ciudadano de otra tierra y emigro a un nuevo país para residir allí, abandonando así tu tierra. Nosotras somos al igual que el salmista forasteras en esta tierra, nuestra ciudadanía está en los cielos, de allí somos. ¿Vives como forastera o como si fueras ciudadana de esta tierra? Si eres forastera no te apegaras a este mundo, estarás consiente siempre que en algún momento tendrás que irte, defenderás tu patria y la amaras y aunque estés en esta tierra tu corazón estará en el cielo, en las cosas de arriba.
Como forastera en esta tierra, tendrás muchos derechos aquí y podrás gozar de lo que ofrece este mundo, es tu decisión el aceptar esta realidad o más bien apegarte a los principios de tu ciudadanía celestial. No améis al mundo, ni lo que hay en él, dice Dios ¿Qué harás tú? Seguir las leyes de este mundo o las de tu verdadera tierra. Dios nos ha dado todo lo necesario para poder vivir en este lugar, pero rigiéndonos por sus normas, el problema es que nosotras deseamos encajar aquí, amoldarnos a este lugar y no es lo correcto. Estamos aquí con un propósito y no es el ser igual a los ciudadanos de este mundo, debemos ir en contra de la corriente y convencer a otros de que hagan lo mismo. Pero no lograremos ver la estancia en esta tierra de esa forma sino conocemos el sentido verdadero y la correcta aplicación de la palabra de Dios, ella es la ley de nuestra nación, por ella debemos regirnos y ella nos guarda, guía e instruye a andar como es debido en este lugar que no es el nuestro. Es como un mapa para un turista. Tú la necesitas si deseas vivir como una hija de Dios en este mundo. Si aun no lo considerabas piensa siempre que solo estas de paso en este lugar, tu único propósito es glorificar a Dios, pídele que te muestre como vivir como forastera en esta tierra, a través de su palabra.
Bendiciones
Elaine

Dia 18



Sal 119:18  Abre mis ojos, y miraré
 Las maravillas de tu ley.


Spurgeon escribió lo siguiente: “No necesitamos que Dios nos dé más beneficios, sino que nos dé la habilidad de ver lo que ya nos ha dado”, y esto lo creo firmemente. Dios nos ha colmado de bendiciones y aun así siempre nos quejamos, siempre anhelamos lo que entendemos necesitamos y esto es porque no hemos aprendido a ver con los ojos de Dios y con el lente divino de la palabra de Dios. Ahora viéndolo desde otro punto de vista, sucede lo mismo a la hora de entender lo que dice la escritura, venimos con todos nuestros prejuicios, cosas que nos han enseñado antes, lo que pensamos nosotras y mas, esto es incorrecto, quien debe enseñarnos lo que dice la escritura es Dios mismo, por algo se llama palabra de Dios.

He escuchado chicas decirme es no se interpretar, no entiendo lo que dice ahí, no puedo aplicarlo a una situación, porque no comprendo ¿Te sucede lo mismo? Tal tu respuesta sea sí, pero te hare otra pregunta, ¿Le has pedido a Dios en oración alguna vez que sea Él quien te muestre lo que quiere decir el pasaje de la escritura? Pienso que no, antes de iniciar tu devocional o tu lectura, te animo a orar a Dios por esto, creo que tendrás mejores resultados. La palabra de Dios no puede ser entendida por nuestras propias fuerzas o porque en la escuela eres muy inteligente, no. El Salmista le pide a Dios que abra sus ojos, que le revele El mismo aquello oculto de su palabra, Dios hará visible aquello que no puedes ver de su palabra, para que entonces puedas percibir y considerar sus enseñanzas.

La ley de Dios es maravillosa, pero si no estás en comunión con El no podrás ver ese atributo, te la encontraras difícil de cumplir y como que quiere cortar tu diversión. Trata de hablar con Dios sobre esto, pídele que abra tus ojos, no solo cuando estudias la palabra sola, sino también cuando escuchas alguna predicación o estudio bíblico.

La palabra de Dios es maravillosa, no es concebida por una mente natural, sino que Dios inspiro su aliento en los hombres que la escribieron, ella nos redarguye, reprende, exhorta, anima, revela nuestras verdaderas motivaciones, nos enfrenta con nuestros temores y luchas, waooo mucho no? hay mucho, pero mucho mas, pero no disfrutaras de toda esta riqueza, si tienes los ojos vendados. Dile a tu padre amoroso que abra tus ojos hoy.

Bendiciones!

Eli