lunes, 24 de febrero de 2014

¿Ceguera espiritual?



¿Ceguera espiritual?
Isaías 29:13  Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;

Por muchos años he escuchado este texto, y he reflexionado varias veces en el mismo en distintas situaciones de mi vida. En estos días alguien me refirió que leyese Isaías capitulo 1, en el cual me propuse hacerme un autoanálisis, y al hacerlo pensé en el capítulo 29 del libro de Isaías. Una de las chicas del grupo pequeño al hablarles de lo que vamos a tratar ahora me dijo algo que llamó mi atención: no es común que una mujer hable de estos temas, en realidad no lo había pensado, pero es así, casi en todos los casos se nos habla de la vestimenta, la prudencia, la mujer virtuosa, y otros temas que realmente son de bendición a nuestras vidas, pero también es cierto que todo el consejo de Dios es necesario, aun la parte de este que no visitamos muy comúnmente, hablando de los profetas. 

Isaías fué llamado a profetizar sobre Judá, por su rebelión y alejamiento de Dios, los mismos se encontraban amenazados con su destrucción por parte de Asiria y Egipto, en este clima Dios decide hablarle a un hombre, este es Isaías, para que proclamara un mensaje de juicio, pero también de misericordia y liberación.   Isaías llama la atención sobre la hipocresía del pueblo, de cómo ellos solo reverenciaban a Dios en apariencia, porque no era realmente el objeto de su amor y devoción genuina. Isaías estaba dolido por la actitud del pueblo y deseaba hacerles volver a Dios, a obedecerle. El pueblo debía volver a la palabra de Dios, a leerla, a escucharla y ser convencidos de su pecado, para poder ser transformados.
Pero ocurría algo…ellos no lograban ver su situación, no discernían su critico estado delante de Dios y su deplorable ceguera. Si, estaban ciegos, no físicamente, pero si espiritualmente. Desde sus líderes hasta el más pequeño de ellos. Ellos estaban pasando por un periodo de ceguera espiritual, habían perdido la pasión por Dios, ese amar a Dios con toda su fuerza, mente, corazón y alma, había disminuido hasta el punto de casi desaparecer.

¿Quiénes son ciegos espiritualmente hablando?
Tal vez te hiciste esa pregunta porque pensaste que solo los no creyentes estaban ciegos, como declara la escritura en:
Efesios 4.18
2 Corintios 4.3-4

Ya que la ceguera espiritual es evidente en la naturaleza humana caída, condición en la que el hombre es incapaz de ver las verdades y la voluntad de Dios y de vivir de acuerdo a los deseos de Dios. Pero entre nosotros el pueblo de Dios…

¿Se puede estar ciego espiritualmente? Yo creo que sí, no de igual forma, ni con la misma duración o resultado, pero la escritura está llena de narraciones en la que vemos al pueblo de Dios pasar por estos tiempos de oscuridad. Tiempos en los que no eran capaces de ver la vida de la misma manera que Dios, tiempos de no comprender la palabra de Dios, las cosas espirituales, tiempos de insensibilidad a la palabra y de una práctica prolongada de pecado. A todo esto y más me refiero cuando hablo de ceguera espiritual. Deseo pedirte algo, al continuar leyendo este escrito, no te excluyas de nada, más bien hazte una autoevaluación y considera que es acerca de tu relación con Dios que estoy hablando, yo hice lo mismo y tuve que detenerme y pedir mucho perdón a Dios, pues me hallé en falta delante de él.

Quizás ya tengas una definición más clara de lo que es la ceguera espiritual, pero a continuación deseo enumerarte algunas evidencias de que tal vez esa sea tu condición o la mía.

Nuestra vida de oración:
-Automática, sin meditar ni profundizar.
-No encontramos el momento para orar debido a la pereza.
-Oramos a Dios solo por nuestro provecho, cuando deseamos que él nos conceda algún bien.
-Está llena de repeticiones vanas.
-Mientras oramos, nuestra mente divaga.

Tiempo de lectura y estudio:
-No hallamos el tiempo para leer la biblia, pasamos días sin abrir la biblia.
-Cuando leemos lo hacemos de forma automática, no comprendemos, ni podemos interpretar lo que Dios dice.
-No hay transformación alguna al estar expuestas constantemente a la palabra de Dios.
-No deseamos leer la biblia, no prestamos atención o no podemos concentrarnos en la predicación.

Otras cosas que puedo mencionar:

-No deseamos estar en reuniones piadosas, que se centren en orar o hablar de la palabra de Dios.
-Nuestras amistades son personas inconversas, o cristianos de dudosa reputación.
-Nos estancamos en determinada práctica religiosa y aseguramos que eso es suficiente, para llenarnos espiritualmente (ejemplo: si voy todos los domingos a la iglesia es suficiente)
-Nuestro servicio, ministerio o actos en general, no producen frutos reales.
-El pecado se vuelve común.

¿Cuáles son tus evidencias? ¿Cómo se está mostrando este mal en ti?

Espero que realmente esta reflexión cause un efecto en ti, en tu vida y andar en Cristo.

Pero regresemos a la porción de Isaías, específicamente el capitulo 29 versículos 9-16, te animo a detenerte por unos minutos y leerla.

 Si ya lo has hecho proseguimos, me gustaría que extrajéramos algunas verdades de este texto:

·         Dios fué quien le cegó el entendimiento a sus profetas, a sus videntes. Como parte de su castigo, por desviarse ellos y a la vez desviar al pueblo, Dios puso un velo en sus ojos para que no pudieran entender la ley, ni interpretar ningún mensaje de Dios y así no pudieran cumplir la voluntad de Dios.

Pro 29:18  Sin profecía el pueblo se desenfrena;
 Más el que guarda la ley es bienaventurado.

Uno de los mayores males que le puede suceder a la iglesia es que debido al pecado, Dios decida cerrar el discernimiento espiritual de su liderazgo, pues así serán imposibles de guiar debidamente al pueblo. Los sacerdotes estaban actuando mal delante de Dios, y el los castiga con esta ceguera. 

¿Están tus líderes pasando por un periodo de oscuridad espiritual?
¿Cómo lo sabes? El texto te lo responde:
·         No podrían discernir las visiones, la palabra de Dios. Los líderes religiosos al tomar la palabra no podrían interpretarla y transmitirla al pueblo, por lo cual el pueblo estaría extraviado también.  

Isa 29:10  Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos(A) de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes.
Isa 29:11  Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado.

Pero esta ceguera fue extendida a todo el pueblo, porque continúa diciendo el texto:

Isa 29:12  Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto; él dirá: No sé leer.
Isa 29:13  Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;

Los sacerdotes no podrían interpretar la ley, pero el pueblo tampoco.
Las razones son explicadas en el verso 13.

Causas:
Vs. 13
-Se acerca a mí con sus labios (me honra)
-Pero su corazón está lejos
-Su temor es como mandamiento de hombres que les fue enseñado

¿Qué entiendes por estas declaraciones?

¿Dónde está tu corazón y tu temor de Dios?


  • ·         Este pueblo mostraba hipocresía en su servicio a Dios.
  • ·         Hacía las cosas por costumbre.
  • ·         Sus ritos no eran expresiones de amor a Dios, sino parte de su rutina.
  • ·         Lo que mostraban como temor a Dios no lo era, solo eran actos externos, pero en lo interno no había reverencia hacia Dios.
  • ·         Su liturgia eran palabras aprendidas y vacías, repetidas de memoria. 
  • ·         El corazón el centro de sus emociones, voluntad, decisiones, pensamientos y todo lo que eran en realidad, no estaba concentrado en Dios, no le amaban realmente.
  • ·         Por más que leyeran la biblia no la entenderían, ni causaría efecto alguno en ellos. Su corazón estaba duro, frio.
  • ·         Adoraban a Dios de la boca para fuera.



¿Qué dicen los demás de ti?
¿Es cierto lo que dicen?

Te hago estas preguntas porque tal vez estén viendo una joven piadosa, que ama la palabra de Dios, es la primera en llegar y la ultima en irse en las reuniones de la iglesia, ayuda a todos, participa de varios ministerios, enseña a un grupo, y muchas cosas más, pero estos podrían estar siendo actos externos. Si mirásemos dentro… ¿Qué encontraríamos?
Hallaríamos amor a Dios…o deseos de exaltación a mi persona, pereza, desinterés en Dios, lejanía, entre otras cosas.

Debemos comenzar a ser sinceras en nuestra relación con Dios delante de los demás. Dios ya lo sabe todo, el sabe si estas pasando por este mal y es al único que no podemos engañar, entonces aceptemos nuestra condición y decidamos abrir los ojos, despertar del sueño y vivir realmente de acuerdo a la voluntad de Dios.

Dios llamará tu atención

Si estas pasando por este tiempo en tu vida, quiero que tengas en cuenta que si no despiertas a la realidad, Dios llamará tu atención, así como lo hizo en esa ocasión mencionada en Isaías:

Isa 29:14  por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.

Dios da una nueva oportunidad (aunque la misma representaría algo doloroso), esta oportunidad seria para que ellos se humillaran delante de Él, de su poder, de su sabiduría perfecta.
Dios haría que estos fuesen humillados, su exaltación seria derribada. Si te detienes y lees desde el versículo 1 hasta el 8, veremos lo que sucedería con Judá, Todo esto les sucedería por su pecado, por su idolatría, olvidarse de Dios y sus leyes, por la liviandad de su adoración, (vs. 1-8). Pero el propósito no sería destruirlos, sino que ellos pudieran recapacitar y retomar su relación de amor con Dios. Este llamado de atención de parte de Dios, es una muestra de su amor y misericordia por sus hijos, a los cuales El ama. ¿Esperaras que Dios te llame la atención trayendo un prodigio grande y espantoso? O decidirás cambiar en este momento, ¿Por qué no te acercas a él en oración ahora y le pides que te perdone? No dejes que el orgullo y la soberbia te continúen cegando, decide que tu vista sea limpiada, decide despertar del sueño y servir a Dios de corazón.

Medita en esto:

  • ·         La palabra de Dios estará cerrada para ti, hasta que te acerques a ella con un corazón sencillo, libre de impurezas o de contratiempos, sin prejuicios o altanería.
  • ·         Cuando decimos que adoramos, debemos de hacerlo porque hay un convencimiento en nosotras, de ánimo voluntario, con pasión y devoción a Dios, con un corazón lleno de temor por El.
  • ·         No podemos estar andando por caminos turbios y decir que adoramos a Dios, nuestra vida exterior debe estar en consonancia con lo interno.


Dios te ama y desea que puedas tener una relación genuina con él, para tu propio beneficio.

Bendiciones!
Elaine