jueves, 4 de diciembre de 2014

La Palabra, Mi actitud



Psa 19:7  La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Psa 19:8  Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
Psa 19:9  El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.
Psa 19:10  Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
Psa 19:11  Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos hay grande galardón.
Psa 19:12  ¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
Psa 19:13  Preserva también a tu siervo de las soberbias;
Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
Psa 19:14  Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Al leer este texto vemos que la palabra de Dios es descrita como: ley, testimonio, mandamientos, preceptos, juicios. Y que la misma es perfecta, fiel, recta, pura, limpia y es verdad.
Esta palabra no es cualquier palabra, es la palabra de Dios por la cual el mundo fue formado, la que nos dio vida. Esta palabra tiene un poder sobrenatural para:
-Convertir el alma
-Hacer sabio al sencillo (al simple)
A la ingenua le da dirección y estabilidad. Es una sin discernimiento, que se deja influenciar por cualquier opinión. La palabra nos da discernimiento y sabiduría.
-Alegrar el corazón (si la cumplimos nos evitaremos muchos males)
-Alumbra nuestros ojos, dejándonos ver claramente el camino que debemos andar.
-Produce justicia, es verdad y permanece para siempre

Que palabra!!! Y esa es la palabra que nosotros debemos creer y practicar.

Entonces sería bueno preguntar ¿Cuál debe ser mi actitud ante esta palabra?
-Debemos desearla como algo gustoso
-Guardarla
-Estar dispuestas a ser amonestadas por ella, tener esa inclinación a que la palabra me reprenda. Convencida de pecado y presta para pedir perdón y obedecer.
Ser amonestado en este texto significa permitir que la acción se haga en uno. El siervo de Dios escucha reprensiones, sabe que es pecador, entonces deja que la palabra y el Espíritu Santo corrijan sus prácticas cotidianas.  

¿Quién entendió sus propios errores?
A veces estamos tan ciegas de nuestras propias flaquezas. El uso de la palabra de Dios me ayudara a ser consciente de estos errores.
Algunas actitudes Vs. 12 al 14
a)     Humildad, aceptar que puedo estar equivocada aunque yo no lo vea. El salmista pide que le guarde de las soberbias, que no son más que pecados que sabemos que están en nosotras y les permitimos volverse un hábito.
El pide esto para ser: integro, limpio
Agradar a Dios este era el deseo del salmista. Comenzando por dos áreas vitales vs. 14
-Las palabras
-Los pensamientos
En estas comienza la degradación de un creyente. ¿Cuáles son mis pensamientos? ¿Qué ocupa mi mente? ¿Cuáles son mis conversaciones? ¿De qué temas me gusta hablar?
-Luego vendrán los malos actos o hechos.
b) Dependencia de Dios
-Reconoce que es la palabra y lo que ella puede hacer en su vida.
-Reconoce su condición.
-Se humilla delante de Dios
-Le pide a El que le ayude en el proceso

“roca mi, redentor mío” confiaba en que Dios le podía ayudar.

·        Aplicaciones Personales
-Confiar más en Dios y su palabra para cambiar en mi aquello que no está bien.
-Al ser confrontada con su palabra aceptar la corrección.
-Evaluar mis pensamientos y palabras.
-Ser humilde y orar por esos pecados que me son ocultos.

¿Cuáles aplicaciones más pondrías?

No hay comentarios:

Publicar un comentario