viernes, 17 de octubre de 2014

Devocional Dia 28



Salmos 119:28  Se deshace mi alma de ansiedad;
 Susténtame según tu palabra.

En esta era en la que nos tocado vivir, donde las enfermedades emocionales han tomado un lugar prominente en el mundo, en nuestra sociedad, escuela, familias. Donde términos como: depresión, estrés, ansiedad don parte del vocabulario hasta de los más pequeños de la casa. Llegamos a este texto, donde el Salmista se siente ansioso, pero no una sencilla ansiedad, sino una que hace que sienta que su alma se deshace.

Traduciendo este texto a algo que podamos palpar mejor, esta persona estaba llorando, experimentando un dolor agudo en su ser. Sentía que caía, que su alma se vertía. Es cuando sientes que todo tu mundo se deriva, que ya no tienes piso bajo tus pies y al mirar vez todo oscuro, tus metas, sueños y planes se ven frustrados, y solo te acompaña la angustia, el dolor y la tristeza. La ansiedad mencionada allí es como depresión, una gran pena que pesa y duele fuertemente. ¿Qué descripción tan amplia verdad? Hermanas yo he pasado por eso, yo lo he vivido en carne, no quisiera que nadie, nadie sufra así, pero en el mundo tendremos aflicción aseguró nuestro Señor, pero El no lo dejó así no mas, sino que nos mandó a algo, a confiar en El. 

Y ese mismo es el antídoto para esa depresión tan aguda en el salmista, en mí y en ti también, susténtame según tu palabra. Sustento allí es fortaléceme, levántame,  mantenme erguida según tu palabra. Es en la palabra de Dios y es la palabra de Dios lo que puede hacer esto en nosotras. Si hemos venido leyendo este devocional cada día, habrán visto esta misma verdad expresada una y otra vez en diferentes versículos. Si estamos tristes hasta el polvo hermanas, vamos a la palabra de Dios. Vayamos a él, leamos sus promesas, recobremos fuerzas y resurjamos de allí, desde su palabra. 

Sé que no es fácil, les escribe alguien que en este momento esta orando para que esa verdad se haga realidad en su vida, alguien que el dolor, la angustia, la duda y el temor quieren en estos momentos arroparla y ahogarla, pero que al enfrentarse con este texto, no haya más que hacer que pedirle a Dios que esto sea una realidad en su vida como lo fué para el salmista. Dios y su palabra van a sustentarme si lo elijo y a ti también.

Bendiciones
Eli

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