sábado, 8 de abril de 2017

Algunas amenazas que enfrentamos al trabajar fuera de casa...Cuidado!


Ahora que trabajas 

5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. 
Desde hace unos seis meses comencé a trabajar fuera de la casa, esto ha traído diversas situaciones y luchas a mi vida que tal vez en lo adelante estaré compartiendo con ustedes. Pero al verme como profesional empleada, rodeada de personas inconversas y dedicando largas jornadas a otras cosas que no son el cuidado del hogar o el ministerio de la iglesia local, surgen preocupaciones y cosas que se podrían ser una amenaza para mi.  
Quiero enlistar algunas de esas cosas, de las cuales pienso toda mujer que trabaja debería estar vigilante.  

Las malas compañías 

1 Corintios 15:33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las BUENAS COSTUMBRES 

El texto nos habla de malas conversaciones, que generalmente surgen de las malas compañías. En nuestro lugar de trabajo no todos son creyentes, hay muchos inconversos con los que debemos relacionarnos, hacer amistad. Pasamos allí mas horas que en nuestros hogares y podemos llegar a crear lazos fuertes con estas personas. Debemos de tener mucho cuidado de no ir adoptando sus formas de pensar, sus principios, su forma de expresarse.  
La biblia nos manda a no encajar en el mundo (Romanos 12.2), hermanas aunque estemos entre ellos, no somos iguales. Evitemos el chisme, la murmuración, el reírnos de sus chistes malintencionados. Compartamos con ellos, sin llegar a comprometer nuestra fe. Hablemos del evangelio, seámosle ejemplo de una vida tocada por Cristo y rociada por su sangre.  

La independencia Financiera 

 Efesios 5:23 porque el MARIDO es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.  

Si eres cada puedes llegar a sentirte independiente de tu esposo y sino lo eres, independiente de tus padres. Nosotras siempre queremos rebelarnos de la autoridad que Dios nos ha impuesto, nuestro corazón siempre anda buscando maneras, el trabajar y devengar un sueldo puede ser una de ellas. Ahora ganas dinero, pueden llegar pensamientos como estos a tu mente: 

-Nadie me va a mandar, yo soy la que trabajo  
-Puedo gastar en lo que yo quiera 
-El no tiene que saber cuanto gano 
- Ya soy adulta y trabajo, puedo tomar mis propias decisiones 

Aun no lo digamos de forma audible, es tan sutil como el echo de que si hay algo que tienes tiempo diciéndole a tu esposo, que hay que arreglar en la casa y el no lo ha hecho...dices !Desde que cobre lo hago! Ese espíritu de Eva, siempre nos acompaña. Decidiendo solas que los mejor para la familia. Cuidado amada hermana, aun estés trabajando, tu esposo continua siendo el líder, la cabeza y sobre quien la carga económica Dios ha delegado. No busquemos trastornar el diseño. Si laboras tu sueldo debe ser dirigido por tu esposo, no tomes decisiones sola sobre los gastos.  

Adulterio físico y emocional 

Efesios 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 

El ser una sola carne nos habla de diferentes aspectos, no solo el físico. Sino también el emocional. Mi afectos deben de ser para mi marido. Yo debo amarlo, desearlo, admirarlo, respetarlo y muchas otras cosas mas. Cuando trabajamos fuera corremos el riesgo de relacionarnos con muchos otros hombres a diario. Guardemos nuestro corazón del adulterio. Ya Jesús en la su palabra nos dijo que esta falta no es solo el acto físico, sino que inicia en nuestra mente, un mirar, desear.  
Tal vez te ha pasado, que conociste a alguien que te atrajo físicamente, o su forma de tratarte, tal vez alguien que es afín contigo en los gustos e intereses. Un compañero que siempre esta pendiente de ti, aun mas que tu esposo piensas. Hermana tengamos cuidado, pongamos fronteras que nos ayuden a no deslizarnos. Nosotras no simplemente caemos un día en pecado, sino que nos vamos deslizando poco a poco, una mirado hoy, una palabra mañana, un gesto después. Y cuando despertamos ya es tarde.  

Ora a Dios cada día para que guarde tu corazón en este aspecto y dedícate a ver a tu esposo de la forma correcta, se intencional en ser amorosa, cariñosa.  
  
Rebelión a tu diseño 
3. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 
4. que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 
5. a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 

Como mujeres Dios nos ha encomendado el ser esposa y madre. Cuidar del hogar, el esposo, los hijos, ser creyentes piadosas que extienden sus manos a quienes le necesitan. La sociedad actual cree que es algo del pasado, algo que vivieron nuestros abuelos, pero que en un mundo mas moderno no debe ser así y se nos habla de igualdad de géneros, de liberación femenina y demás. En nuestros trabajos hayamos muchas mujeres que no están dispuestas asumir su rol en el hogar por considerarlo denigrante. Entonces, debemos de cuidarnos de esta ideología. Aunque estemos trabajando fuera: 
  • Nuestro deseo sea llegar a casa 
  • Hallemos deleite en preparar la cena, o ayudar a los niños en la tarea 
  • Podamos levantar nuestras voces en defensa de la verdad, no sintamos vergüenza.  
  • Que amemos el ser amas de casa 
  • Hagamos un plan con nuestros esposos para volver a casa tiempo completo

*Aun no he concluido, faltan algunas amenazas mas que Dios me ha ayudado a detectar. Espero puedan ser de ayuda para ti, como lo han sido para mi.

Bendiciones Eli 

No hay comentarios:

Publicar un comentario