viernes, 22 de febrero de 2013

Dominando nuestros deseos





Andando en el Espíritu
Dominio Propio (La templanza)

Hermanas al estar en Cristo somos llamadas a vivir una vida en libertad del pecado, una vida agradable a Dios y de bendición a los demás. Esta vida nueva debe ser andando en el espíritu y no cediendo a los deseos de nuestra carne (Gal. 5.16). Para lograr esto chicas debemos de ejercitarnos, auto disciplinarnos y como veremos hoy desarrollar una de las manifestaciones del fruto del espíritu, que no es mas que el producto del Espíritu Santo en la medida que nos sometemos a Él.
Todas creo hemos comido algún fruto alguna vez, y quizás tenemos uno como favorito, el mío es el guineo, para mi es deseable, gustoso, agradable, tu dirás lo mismo del tuyo, pero para que haya fruto primero debe haber un árbol y este ser cuidado con alimento para su buen desarrollo, en el exterior pero también en lo interno de sus raíces. Nuestra vida podemos compararla con esto, ya que si no nos alimentamos con la palabra de Dios, no tendremos raíces fuertes (ver el Salmo 1) y nunca ese fruto será visible en nuestras vidas. Sería bueno que nos preguntáramos ¿Cuándo actúo como son mis obras? ¿Son deliciosas, gustosas o agradables como una fruta?
Es por esto que estaremos haciendo esta serie hablando del fruto del espíritu en Gal. 5.22-23, donde Pablo nos habla sobre este tema y de las nueve manifestaciones de este fruto: Amor, Gozo, Paz, Paciencia, Benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Todas estas virtudes no deben de tratarse una aislada de la otra sino como un conjunto de actitudes que deben identificarnos como hijas de Dios.
En el transcurso de esta actividad desarrollaremos cada virtud para un mejor estudio y aprendizaje, en este momento me corresponde hablarles de la última manifestación mencionada en estos versículos: La Templanza
Tal vez has escuchado esta palabra alguna vez, ¿con que la relacionas? ¿Qué significa para ti? Pues no creas que seas la única que piensa así, hace ya mucho tiempo mientras los jóvenes varones de nuestra iglesia estaban en su estudio bíblico de la escuela dominical, escuché la misma pregunta (ya que nuestra clase estaba del otro lado de la pared), todos respondían igual, decían cosas como: paciencia, calma, quietud, paz, orden y todo eso es bueno, pero el significado real de templanza va mucho mas allá de eso.
¿Qué es la templanza?   
Viene del griego “EKRATEIA” que proviene de la palabra Kratos (fortaleza) y significa “alguien que se sostiene a sí mismo”, en realidad es la virtud de alguien que domina sus deseos y pasiones, por esto lo encontramos en la Biblia como dominio propio también. (2 Pedro 1.6)
La templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. En el nuevo testamento la encontramos también como: sobriedad o moderación (1 Timoteo 2.12)
Esta virtud nos conduce a evitar toda clase de excesos. No es una mera actitud de moderación. Es más bien, dominio propio que surge como resultado de autodisciplina. El sentido práctico de la templanza se da en 1 Cor. 9.25 donde se habla de los atletas “todo aquel que lucha, de todo se abstiene”. Ellos ejercen tanta disciplina, a fin de ganar trofeos materiales, cuanto más los cristianos, que tenemos una lucha o carrera superior. El Espíritu Santo no elimina inmediatamente los deseos, impulsos y tendencias de la carne. Pero la templanza que implanta en el corazón nos ayuda hacer morir esos deseos, pasiones y apetitos carnales. La templanza proviene de Dios para cada creyente, pero es nuestra responsabilidad hacerla crecer en nuestras vidas (2 Timoteo 1.7).
La templanza nos ayuda a reprimir los deseos ilícitos y moderar los permitidos.
Encontramos esta palabra solo tres veces en el nuevo testamento: hechos 24.25, gálatas 5.23, 2 Pedro 1.6.
En el contexto de las escrituras, el control de si mismo existe para estar en armonía con la voluntad de Dios, para conseguir la victoria sobre la carne uno debe colocarse bajo la dirección del espíritu.
La templanza es el dominio de la vida propia por medio del espíritu.
¿Cómo aplicar la templanza?
Cada una de nosotras tiene diferentes áreas en las cuales podría estar necesitando la templanza, en realidad la necesitamos a diario: cuando mamá nos llama varias veces cuando estamos frente a la computadora, cuando hablamos con nuestras amigas para no hablar demás, cuando nos enojamos mucho, o al decidir sobre algo que es pecaminoso…sabemos que el deseo de la carne es contra el espíritu y estos se oponen, así que la templanza actúa para poner freno o limites a nuestros deseos. Veamos algunas áreas ahora donde debemos poner prisa en aplicar la templanza:
1.     Palabras (nuestra lengua)
2.     Prendas de vestir
3.     Pensamientos
4.     Paciencia para esperar al indicado

·      Palabras (Nuestra lengua)
1Ti 5:13  Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.

Cuando no tenemos dominio propio sobre nuestra lengua caemos en hablar sin control, decir lo que no debemos, ser chismosas y metidas. La lengua es un órgano muy pequeño pero que se jacta de grandes cosas, como lo describe Santiago. La lengua puede usarse de manera positiva, pero en la mayoría de veces la usamos de forma negativa, la biblia habla mucho de la lengua y de que esta debe ser refrenada. Encontramos que esta puede ser: engañosa (prov.6.17), jactanciosa (salmos 140.11), mentirosa y lisonjera (prov. 26.28), difamadora (salmos 15.3), subversiva y perversa (prov. 10.31).

Como vemos puede tener muchos efectos negativos, pues debemos de estar conscientes de que esta tiene mucho poder (Santiago 3.3-5)

-Esta puede contaminar y envenenar (Santiago 3.6-8), es casi imposible refrenarla, a menos que la dejemos bajo el dominio del Espíritu Santo. Por esto al hablar debemos de tomar algunas precauciones:
a) Escuchar antes de hablar, no sea que nos enredemos en nuestras propias palabras (prov. 18.13/6.2)
b) No apresurarnos al hablar, no ser ligeras de labios, ser de pocas palabras. (ef. 5.2/prov. 20.29)
c) Cuidarnos de no hablar demasiado, porque podemos pecar (Prov. 10.19)

Debemos aprender a no decir ni mucho, ni muy poco, solo decir lo apropiado en el momento apropiado, al tener dominio sobre lo que hablamos. Así nos ahorraremos angustias (prov. 21.23) y seremos tenidas por sabias (prov. 17.28), en vez de mujeres chismosas, murmuradoras y de mal gusto. El chisme se define como vanas conversaciones o rumores. Vano es sin esencia o profundidad (prov. 11.13). ¿Tienen sentido o profundidad tus palabras? ¿Tienen alguna esencia basada en las escrituras y sus principios? No podemos estar hablando por hablar, evaluemos las horas que pasamos hablando por teléfono con nuestra mejor amiga…quizás comiences preguntándole sobre su devocional, pero ya después de 20 minutos ¿Qué otros temas abordan? El chico nuevo de la escuela, la ultima prenda de vestir que compró, la novela, lo mal que le quedaba la ropa a esa chica, lo que le paso a fulanita o a perencejo, ves como se cumple:
Pro 10:19  En las muchas palabras no falta pecado;
 Más el que refrena sus labios es prudente.

Algunas cosas sobre el chisme o chismosa

-Descubre secretos
-Causa enemistad
-Crea contiendas
Es como un fuego que se extiende y destruye. Cuando hablamos demás podemos dañar irreparablemente.

…Si no lo dices, no lo pueden repetir…

·      Prenda de vestir
Necesitaremos templanza también para elegir que vamos a vestir, para que nuestros deseos no dominen sobre lo que conviene. Este texto dice lo siguiente:

1Ti 2:9  Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
1Ti 2:10  sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

Podemos decir que la palabra modestia tiene entre sus significados el sentido general de buen juicio, sobriedad o templanza. Esto sería un control sobre las pasiones del cuerpo, un estado de dominio sobre los propios apetitos. Y decorosa, seria respetable u honorable. Pablo está intentando decirnos: cuando se vistan háganlo de acuerdo a su profesión, cristianas.                      
Debemos mostrar templanza (modestia), al vestir porque será el autocontrol interior habitual que nunca va dar rienda suelta a todas nuestras pasiones y deseos, además pondrá obstáculos para que no se nos presente la tentación de caer en inmodestia, el resultado será: ropa decorosa (ropa apropiada o adecuada). Tanto el exceso como la sensualidad van en contra de la modestia. Las jóvenes cristianas debemos controlar esos deseos, en vez de vestirnos de forma recargada con ropa cara y/o sexy. Si somos modestas nuestros fin al vestirnos no será llamar la atención sobre nosotras mismas.

Un corazón controlado por el Espíritu, se gobernara a sí mismo en pureza, humildad y se expresará con modestia.

También debemos exhibir dominio propio para no caer en ser vanidosas, muchas jóvenes hoy día viven esclavas de la moda, de lo que hay que vestir según la temporada o estación del año y esta presión del mundo les hace cambiar de ropa varias veces al año, porque ya rápidamente sus atuendos no están “in” sino “out”. Aquí debemos manifestar que somos hijas de Dios al hacer un stop y decir que no vamos a dejar que otros y no Dios me dicte lo que debo o no vestir.
Que nuestra ropa deje que Cristo se vea, no digo que no vistamos moderno, sino que no nos dejemos controlar, hasta ser esclavas de la moda. Cristo nos liberto para que viviéramos para él, no esclavas de nada, ni nadie.
Un área muy importante en la que debemos mostrar templanza es en los pensamientos, ya que son el ensayo de nuestras acciones y marcan en curso de nuestras actitudes.

·     Pensamientos
Alguien escribió alguna vez que:
un pensamiento, se convierte en un hecho,
un hecho en un hábito, un hábito en una costumbre
y una costumbre en tu carácter.
Un pensamiento, es un conjunto de ideas propias de una persona.

-Nuestros pensamientos son importantes
-Son el origen de nuestras actitudes

Leamos: Filipenses 4.8

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Aquí no nos habla del control directamente o la templanza en nuestros pensamientos, pero es muy necesaria para poder pensar de la forma que a Dios le agrada. Nuestros pensamientos deben de estar llenos de todo lo excelente y honorable, no de fantasías, vanidades o malos deseos. ¿Si pasáramos por un plasma cada uno de tus pensamientos que veríamos? ¿Estarías de acuerdo? ¿Te avergonzaría? Creo que todas sabemos las respuestas a esas preguntas. Una mente descontrolada, falta de la templanza del Espíritu no piensa en cosas buenas, ya que da rienda suelta a sus más bajas pasiones.
Estos seis ideales para nuestros pensamientos, presentados por Pablo son cosas a las cuales debieras de prestarle mucha atención, ya que en la medida que las vallas poniendo en práctica, los malos pensamientos o pensamientos inadecuados irán desapareciendo. Nosotras estamos contaminadas por las revistas, telenovelas y series de adolescentes, internet y demás. Invaden nuestras mentes con ideas e imágenes que nos causan daño, con todo esto que vemos a diario, debemos ponerle control a nuestras mentes y no pensar en todo lo que sea:
Injusto
Impuro
Grosero
Todo lo de mal nombre
Sin virtud alguna
No digno de nombrar
Nuestras mentes van a cambiar en la medida en que:
·        Las llenemos de la palabra de Dios
·        Nos forcemos a pensar en la forma mencionada en el verso ya leído.
“Así no te volverás asustar de tus propios pensamientos”

·        Paciencia para esperar (al chico correcto)
Cantares 2:7  Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,
 Por los corzos y por las ciervas del campo,
 Que no despertéis ni hagáis velar al amor,
 Hasta que quiera.

Todas nosotras hemos soñado con ese príncipe azul que llega a rescatarnos y nos vamos con él, para vivir felices…jejejeje, eso es lo que nos venden los medios de comunicación. Y vivimos esperando el amor llegar, y desde que estamos en la adolescencia ya queremos enamorarnos y tener novio. Eso en la actualidad es lo que se quiere vender como normal, chicas de 13, 14, 15, 16 ya quieren estar en una relación de noviazgo, de compromiso sentimental.
Este no es el tiempo para esto, este tiempo es para dedicarse a crecer en todas las áreas, tener amigos, estudiar la Biblia, aprender cosas diversas, crear buena relación con tus padres, etc…divertirte sanamente e ir formando en ti, esa mujer virtuosa que todas anhelamos ser. El tiempo para novios llegará sin tener que forzarlo, a la hora correcta.

Leyendo y analizando un poco este texto podemos extraer:

·        No despertemos el amor hacia alguien hasta que estemos listas para contraer el compromiso del matrimonio. No forcemos el romance fuera de tiempo.
·        No comenzar el proceso de intercambio amoroso hasta que se presente la oportunidad y ocasión apropiada.
·        No se aceleren hasta que sea el tiempo.

Mostramos templanza cuando hacemos esto, nos libraremos de muchos errores:

o   De expresar nuestro amor en el tiempo y a la persona incorrecta. También de expresar nuestro amor físicamente antes del matrimonio. Llegaremos al altar realmente puras.
o   Dejaremos el amor dormido hasta que sea el tiempo. Controlar nuestras emociones, cuerpo, pensamientos, sentimientos. No comprometeremos nuestro corazón con nadie que no esté en condiciones de cuidarlo.
o   Existe un tiempo para el amor de pareja, pero es necesario esperar. Satanás nos presiona para que tomemos malas decisiones.
¿Qué cosas pueden despertar el amor o hacerlo velar antes de tiempo?
¿Qué consecuencias puede traer esto a nuestras vidas?

-Que mientras esperar, no te desesperes, ocúpate más bien en las cosas del Señor.  Dedica tiempo a: Ministerio de niños, estudios bíblicos, grupos de oración, compartir con amigas cristianas, ayudar en casa, evangelizar, no sé, hay tantas cosas que hacer que glorifican a Dios y dan sentido a nuestras vidas. Si nos dedicamos a estas cosas estaremos tan ocupadas que no habrá tiempo para despertar el amor antes de tiempo.

Conclusión

La templanza en nuestro andar diario marcará la diferencia, ya nos llevara a detenernos y evaluar cada acción, cada decisión en la regla de lo moderado y adecuado. Dejemos que el Espíritu Santo controle nuestra vida completa.
Si has notado que te falta control sobre tus palabras, vestimenta, pensamientos o te sientes desesperada sobre tu vida sentimental, comienza orando a Dios y estudiando su palabra sobre lo que es correcto. Porque…Gál 5:24  Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

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