viernes, 22 de febrero de 2013

Día 2





Sal 119:2  Bienaventurados los que guardan sus testimonios,  Y con todo el corazón le buscan;

Desde muy pequeña escuche muchas veces a las personas o programas televisivos (en especial las telenovelas) decir que las personas para ser felices deben de contraer matrimonio, esta idea fue formando en mi mente que si meta o la de cualquier chica era ser feliz, entonces debía enfocar toda su vida en el hecho de encontrar al chico correcto con el cual casarse, pero al escudriñar las escrituras encontré algo muy diferente.
La biblia presenta como vimos ayer, que la verdadera dicha comienza cuando como hijas de Dios decidimos comprometernos con Dios y su palabra. En este salmo encontramos que para ser bienaventurada debo cumplir con dos requisitos: guardar los testimonios de Dios y buscarle a Él con todo mi corazón. Guardar sus testimonios, no es mas que cumplir, observar para poner por obra una conducta que atestigüe la voluntad de Dios. Es cuidar y atender a lo que Dios ha dicho para como una hija obediente hacer lo que El desea. A pesar, de las situaciones y circunstancias diarias debemos de proponernos cumplir la voluntad de Dios y parte de ella es que le busquemos con todo nuestro corazón, que dediquemos menos tiempo a la TV, la música, o a las redes sociales y seamos fieles y diligentes en indagar, preguntar, consultar a Dios. Que estemos deseosas de Dios, apasionadas por estar con Él. Sé que no es lo que acostumbramos a vivir, pero es un buen momento para darle un giro a nuestra vida y dedicarnos a establecer una relación de pacto e intimidad con Dios. Usando nuestra mente, sentimientos y voluntad, poniendo todo empeño y disposición en ello. Solo así podremos ser felices, acercándonos cada vez más Dios.

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