Sal
119:3 Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.
¿Puede una hija de Dios ser mala? ¿Hacer maldad? He
escuchado en ocasiones estas preguntas o a personas que afirman que una
jovencita creyente en especifico no es buena. Estas acusaciones crean
contradicción en nuestras mentes, y a veces nos preguntamos ¿Cómo puede ser que
siendo salvadas por Cristo nos llamen malas? Creo que debería de ser imposible,
al escribir esto, pensaras que soy una ilusa o inocente, pero es lo que dice
este texto: que las hijas de Dios, las bienaventuradas no hacen iniquidad, no
hacen maldad, nuestros actos deberían ser bondadosos, justos, no perversos.
Tu y yo como jóvenes creyentes no debemos tener
la malicia como una opción, sino todo lo contrario, debemos de rechazar todo lo
que encierra la palabra iniquidad, pero… ¿Cómo en este cuerpo pecaminoso
podemos rechazar la maldad?, pues andando en los caminos de Dios, sirviendo a
Dios y a los demás, la manera de evitar el mal, es ocupándonos de hacer el
bien.
Para lograr apartar la maldad debemos de tomar la
decisión de formar un estilo de vida de comunión intima y personal con Dios, para
poder andar en este camino que es perfecto. Tenemos un desafío, comenzar cada
día buscando a Dios a través de su palabra y esto nos ayudara a que la maldad
se aparte y nuestro único deseo sea obrar conforme a Cristo.
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