Sal
119:2 Bienaventurados los que guardan
sus testimonios, Y con todo el corazón
le buscan;
Desde muy pequeña escuche muchas veces a las
personas o programas televisivos (en especial las telenovelas) decir que las
personas para ser felices deben de contraer matrimonio, esta idea fue formando
en mi mente que si meta o la de cualquier chica era ser feliz, entonces debía
enfocar toda su vida en el hecho de encontrar al chico correcto con el cual
casarse, pero al escudriñar las escrituras encontré algo muy diferente.
La biblia presenta como vimos ayer, que la
verdadera dicha comienza cuando como hijas de Dios decidimos comprometernos con
Dios y su palabra. En este salmo encontramos que para ser bienaventurada debo
cumplir con dos requisitos: guardar los testimonios de Dios y buscarle a Él con
todo mi corazón. Guardar sus testimonios, no es mas que cumplir, observar para
poner por obra una conducta que atestigüe la voluntad de Dios. Es cuidar y
atender a lo que Dios ha dicho para como una hija obediente hacer lo que El
desea. A pesar, de las situaciones y circunstancias diarias debemos de
proponernos cumplir la voluntad de Dios y parte de ella es que le busquemos con
todo nuestro corazón, que dediquemos menos tiempo a la TV, la música, o a las
redes sociales y seamos fieles y diligentes en indagar, preguntar, consultar a
Dios. Que estemos deseosas de Dios, apasionadas por estar con Él. Sé que no es
lo que acostumbramos a vivir, pero es un buen momento para darle un giro a
nuestra vida y dedicarnos a establecer una relación de pacto e intimidad con
Dios. Usando nuestra mente, sentimientos y voluntad, poniendo todo empeño y
disposición en ello. Solo así podremos ser felices, acercándonos cada vez más
Dios.
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