Este fin de semana tuve la oportunidad de participar del congreso
nacional de jóvenes de la alianza de iglesias a la cual pertenezco. No estaba
muy animada de ir, pero cada año formo parte del equipo de trabajo, así que
este no iba ser la excepción. Así que, me prepare y fui ayudar en la parte que
se me había asignado. El tema de este año giraba en torno a la sexualidad según
las escrituras. Hablaron del diseño original de Dios para el ser humano, varón
y hembra los creó, ya que nos está arropando la homosexualidad y el lesbianismo.
Pero también hablaron sobre pureza e integridad sexual, la fornicación, la pornografía,
entre otras cosas. Fue un poco chocante, pero a la vez edificante, porque no
estamos acostumbrados a escuchar ciertas cosas desde el pulpito.
Yo pude aprender, y a la vez ser retada por Dios en áreas de mi vida. Pero
algo que llamo mucho mi atención y deseo compartirte es lo siguiente: hay
esperanza, ¿Para quienes me preguntaras? Pues, para aquellos que han manchado
su cuerpo, que lo han usado a su manera y no la de Dios. Tal vez estas en fornicación,
esclava de la pornografía, tienes pensamientos lascivos, la lujuria ha atado tu
vida, o te estas inclinando a gustarte las personas de tu mismo sexo. Si eres
creyente hay esperanza en Dios en su palabra, podemos confesar esos pecados y
acercarnos a Dios pidiendo perdón. Cristo pago por ellos, además esas cosas
pertenecen a nuestra antigua vida, por
lo tanto no pueden enseñorearse de nosotras.
Rom 6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo
mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
Rom 6:13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al
pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios
como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos
de justicia.
Rom 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de
vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
El cuerpo que es templo del Espíritu Santo, no es nuestro sino de Dios
y él no nos lo ha prestado para que lo usemos para pecar, sino para
glorificarle. Satanás nos ha dicho que ya no podemos dejar aquel pecado que nos
asedia, pero él sabe que no es cierto, que si dependemos de Dios y somos llenos
del Espíritu tendremos la valentía suficiente para huir de la tentación y no
pecar.
1Co 6:15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros
de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una
ramera? De ningún modo.
1Co 6:18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado
que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su
propio cuerpo peca.
1Co 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual está en vosotros,(C) el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros?
1Co 6:20 Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales
son de Dios.
Bendiciones!
Elaine Severino Roberts
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