A
diario vivimos diferentes situaciones en la que nuestra confianza en Dios es
puesta prueba. Situaciones que ponen nuestro mundo al revés, que remueven
nuestros cimientos, que nos afligen y nos hacen dudar. En estas ocasiones nuestra mente desea
continuar depositando la confianza en Dios, pero nuestros sentimientos
comienzan a enviar toda clase de preguntas, tales como:
…¿Si
Dios te ama por qué te sucede esto?
…¿Está
Dios contigo en estos momentos?
Y
tu empiezas a…
Sentirte
sola, deprimida, desamparada, con deseos de salir corriendo (como me compartió
una amiga, luego de perder a su bebé)
Amada,
es ahí donde debemos de poner en acción nuestra confianza en nuestro Dios. El
como Padre nos ama, nos cuida y se compadece de nosotras. Leyendo este Salmo,
capítulo 4 (te invito a buscarlo, e ir leyendo a medida que avanzas en leer
esta reflexión), pude extraer algunas enseñanzas o aplicaciones, que me
gustaría compartir contigo:
Respóndeme
cuando clamo,
Oh!
Dios de mi justicia.
Cuando
estaba en angustia,
Tú
me hiciste ensanchar;
Ten
misericordia de mí,
y
oye mi oración.
a)
Lo primero que debemos hacer es clamar a Dios…vs.1
Así
es salmista mostró su dependencia de Dios. Cuando nos hallamos en dificultades
optamos por buscar soluciones humanas. Pero lo primero que debemos de hacer es
ir a Dios corriendo, llamarle a Él y presentarle lo que nos acontece.
b)
Recordemos su liberación pasada…vs. 1
…cuando
estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar… Él había pasado por otras
situaciones similares y Dios le había librado… ¿Por qué ahora no sería igual?
Hermana recuerda todas las veces que Dios te ha socorrido y que eso te dé
esperanza.
c)
Apelemos a su misericordia…vs. 1
Dios
es un Dios de misericordia. Él no nos paga como merecemos, sino que sabe lo
miserables, pecadoras y débiles que somos y extiende su favor hacia nosotras
siempre. Su misericordia es infinita, no se acaba. Siendo nosotras pecadoras
Dios nos amó y envió a su hijo a morir por nosotras.
Éxodo 34.6-7
Números 14.18
Salmos 27.1
Salmos 25.10
Salmos 136
Efesios 2.4
d)
Confía en que Dios te escucha…vs.1
Tal
vez haz orado por la situación y los días, meses o hasta años pasan… ¿Esto
quiere decir que Dios no te está escuchando?, no creas esta mentira de Satanás,
Dios siempre escucha a sus hijas atentamente. Él te está respondiendo. Muchas veces su respuesta es “espera”, otras
es “no, bástate mi gracia”. Pensamos que Dios no nos escucha, porque las cosas
que se tornan como deseamos. Dios no hará las cosas que queremos, sino cual sea
su voluntad para nuestra vida.
1Juan 5.14-15
Salmos 4.3
e)
Sé un testimonio para otros…vs 2-6
El
impío no confía en Dios. La confianza suya esta en cosas efímeras. En la
vanidad y en cosas engañosas. En el libro de proverbios, capitulo 31.31 dice: Engañosa es la gracia, vana la hermosura. La
mujer que teme a Jehová esa será alabada… en las inconversas no hay temor
de Dios y ponen su confianza en las riqueza, posiciones, aspecto físico,
trabajo o carrera profesional, confort, entre otros. Esas cosas son buenas,
pero no deben ser un fin en nuestras vidas.
Vs.3
dice “sabed” aquí marcándonos un contraste, los impíos dependen de ellos
mismos, de sus maquinaciones. Nosotras dependemos de Dios. Él nos ha apartado
para sí. La palabra apartado allí significa: escogida, separada para algo maravilloso. Dios en su misericordia
nos ha escogido para algo bueno.
El
salmista está dando testimonio de lo que Dios ha hecho en su vida y puede hacer
con el impío. El los invita a probar la bondad de Dios. Les dice:
-Teman
a Dios, no pequen
-Mediten
en sus caminos
-Arrepiéntanse
y humíllense delante de Dios
-Depositen
su confianza en Dios
¿Está
tu vida invitando a otros a confiar en Dios?
Luego del Salmista reconocer la
fidelidad y misericordia de Dios. Declara su confianza inamovible en Dios.
·
Vs. 6-8 La confianza en Dios trae alegría verdadera,
Las
demás mujeres buscan prosperidad material, nosotras debemos buscar una comunión
más íntima con Dios. Vs.7 la alegría o gozo del salmista se hallaba en su
intimidad con Dios. Nuestro gozo está basado en la obra de Dios en nuestras
vidas y en Dios mismo, en tenerlo a Él. Yo voy a estar satisfecha en cualquier
disposición de Dios para mi vida, porque sé que él siempre va obrar para mi
bien.
·
Vs. 8 La confianza en Dios trae paz,
Generalmente
nosotras nos caracterizamos por pensar más que los hombres acerca de nuestros
problemas. Fácilmente un varón tiene dificultades o aflicciones y puede
conciliar el sueño, eso es parte de las diferencias con las cuales Dios nos
creó. Nosotras si estamos preocupadas, una de la forma de manifestarlo es sufriendo de insomnio. Al depositar toda nuestra confianza en Dios tendremos
paz. Para dormir tranquilas, sin turbación aunque hallan problemas. El texto si
lo estudiamos a fondo lo que quiere decirnos es: Me acostaré y en seguida me
dormiré. Hay una confianza plena en Dios, su guía y su protección.
Deposita toda tu confianza en Dios
Bendiciones Eli
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