Psa
19:7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte
el alma;
El testimonio
de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Psa
19:8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que
alegran el corazón;
El precepto
de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
Psa
19:9 El temor de Jehová es limpio, que permanece
para siempre;
Los juicios
de Jehová son verdad, todos justos.
Psa
19:10 Deseables son más que el oro, y más que mucho
oro afinado;
Y dulces más
que miel, y que la que destila del panal.
Psa
19:11 Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos
hay grande galardón.
Psa
19:12 ¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de
los que me son ocultos.
Psa
19:13 Preserva también a tu siervo de las
soberbias;
Que no se
enseñoreen de mí;
Entonces seré
íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
Psa
19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la
meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová,
roca mía, y redentor mío.
Al leer este texto vemos
que la palabra de Dios es descrita como: ley, testimonio, mandamientos,
preceptos, juicios. Y que la misma es perfecta, fiel, recta, pura, limpia y es
verdad.
Esta palabra no es
cualquier palabra, es la palabra de Dios por la cual el mundo fue formado, la
que nos dio vida. Esta palabra tiene un
poder sobrenatural para:
-Convertir el alma
-Hacer sabio al sencillo (al simple)
A la ingenua le da dirección
y estabilidad. Es una sin discernimiento, que se deja influenciar por cualquier
opinión. La palabra nos da discernimiento y sabiduría.
-Alegrar el corazón (si la cumplimos nos evitaremos muchos males)
-Alumbra nuestros ojos, dejándonos ver claramente el camino que debemos
andar.
-Produce justicia, es
verdad y permanece para siempre
Que palabra!!! Y esa es
la palabra que nosotros debemos creer y practicar.
Entonces sería bueno
preguntar ¿Cuál debe ser mi actitud ante
esta palabra?
-Debemos desearla como algo gustoso
-Guardarla
-Estar dispuestas a ser amonestadas por ella, tener esa inclinación a que la
palabra me reprenda. Convencida de pecado y presta para pedir perdón y
obedecer.
Ser amonestado en este
texto significa permitir que la acción se haga en uno. El siervo de Dios
escucha reprensiones, sabe que es pecador, entonces deja que la palabra y el Espíritu
Santo corrijan sus prácticas cotidianas.
¿Quién entendió sus propios errores?
A veces estamos
tan ciegas de nuestras propias flaquezas. El uso de la palabra de Dios me
ayudara a ser consciente de estos errores.
Algunas actitudes Vs. 12 al 14
a) Humildad, aceptar
que puedo estar equivocada aunque yo no lo vea. El salmista pide que le guarde de
las soberbias, que no son más que pecados que sabemos que están en nosotras y
les permitimos volverse un hábito.
El pide esto para ser: integro,
limpio
Agradar a
Dios este era el deseo del salmista. Comenzando por dos áreas vitales vs. 14
-Las palabras
-Los pensamientos
En estas
comienza la degradación de un creyente. ¿Cuáles son mis pensamientos? ¿Qué ocupa
mi mente? ¿Cuáles son mis conversaciones? ¿De qué temas me gusta hablar?
-Luego vendrán
los malos actos o hechos.
b) Dependencia de Dios
-Reconoce que es la palabra y lo que
ella puede hacer en su vida.
-Reconoce su condición.
-Se humilla delante de Dios
-Le pide a El que le ayude en el proceso
“roca
mi, redentor mío” confiaba en que
Dios le podía ayudar.
·
Aplicaciones Personales
-Confiar más en Dios y su palabra para
cambiar en mi aquello que no está bien.
-Al ser confrontada con su palabra
aceptar la corrección.
-Evaluar mis pensamientos y palabras.
-Ser humilde y orar por esos pecados que
me son ocultos.
¿Cuáles aplicaciones más pondrías?
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