Si vamos a los diccionarios seculares encontramos la palabra
gozo como: movimiento del ánimo que se complace en la posesión o esperanza de
bienes. Tener gusto o complacencia por la obtención de algo deseado.
Y podemos traducir gozo como: regocijo, contentamiento,
deleite, estar feliz.
También encontramos que es el sentimiento atraído por el
bienestar, el éxito o la suerte, o sea cuando las situaciones son favorables
para nosotras. En proverbios 19.13 dice: el
deseo cumplido regocija el alma. Pero, para nosotras ¿Cuál es el mayor
deseo cumplido? Pues, nuestra salvación e intimidad con Dios. El mundo nos
invita a basar nuestro gozo en cosas materiales, en bienes. El gozo del Señor
no es más que el contentamiento que debemos tener, que se basa en Dios y sus
promesas.
Muchas veces las pruebas y los afanes de esta vida hacen que
nos desenfoquemos y nuestro gozo mengue. A veces reflejamos preocupación y
cansancio en nuestro rostro y eso es natural, pero no debería ser lo habitual,
ya que la fuente de nuestro gozo debe ser Jehová mismo, además de sus palabras
y proezas en beneficio nuestro (Salmos 4.7, 16.11)
Las mujeres normalmente vivimos bajo presión (la administración
del hogar, los niños, la universidad, el colegio, los ministerios, las
relaciones interpersonales y otros), y surgen situaciones en las cuales no
experimentamos gozo como son: muertes, enfermedades, mala situación económica,
rupturas, accidentes, conflictos con personas, y diversas pruebas. Es curioso
que el Señor conoce todo de nosotras, y el mismo nos manda a gozarnos en medio
de cada una de estas situaciones.
Debemos escudriñar su palabra y tener ese tiempo especial, el
que pasamos a solas con nuestras biblias y oraciones, la vida secreta que
pasamos con nuestro padre celestial, es lo que nos alentará. Debemos regocijarnos
en su palabra como lo hacía David (Salmos 119.162). Una mujer que vive conforme
al gozo del Señor es aquella que estimula a otros, que está creciendo, siempre está
animada, que aprende y está dispuesta a compartir, ya que nunca esta aburrida,
ni se le escucha suspirar o quejarse. Según 2 Corintios 12.10 podemos gozarnos
en todas las situaciones y una mujer que vive conforme al gozo del Señor es la
que está contenta a pesar de: angustias, enfermedades, insultos, necesidades,
daño emocional, et…
Al ver la mujer de proverbios 31, ella echa mano de las
reservas creadas por su tiempo de preparación con Dios, y al escuchar el
entusiasmo que ella tiene por la vida y por el Señor, usted debe admitir que está
en la presencia de una mujer que realmente conoce el gozo de Él. De ahí es de
donde procede el gozo verdadero, del tiempo a solas con el Señor. También aprendemos
de Ana, que ella se regocija (se gozaba en el Señor) 1 Samuel 2.
¿Por qué expresaba ese gozo?
- · En el lo podemos todo
- · La salvación proviene de El
- · El es nuestro refugio, no tiene igual
- · Conoce todo
- · Nos provee
- · Tiene el control sobre la vida, muerte, pobreza, enriquecimiento etc…
- · Nos protege
- · Dará su merecido a sus adversarios
Debemos de adueñarnos del ejemplo de Ana, ya que estas
razones continúan siendo una realidad para nosotras también.
Leamos lo que el Señor ha hecho con nosotras
1. Según 2Tim 1.9, Dios nos ha salvado
2. 1 Juan 5.11, Dios nos ha dado vida eterna
3. Efesios 1.3 nos ha bendecido con toda bendición espiritual
4. 1 Cor. 12.11, le ha dado talentos para el ministerio
5. Juan 14.2 le ha preparado un lugar en el cielo
Creo que son razones más que suficientes para estar llenos de
gozo. Usted y yo podemos ser mujeres llenas del gozo del Señor y cuando vengan
las adversidades este mismo nos fortalecerá:
Nehemías 8:10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed
vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día
santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es
vuestra fuerza.
Debemos encontrar en Dios el propósito, la fuente
y el objeto de nuestro gozo.
Bendiciones!
Eli
No hay comentarios:
Publicar un comentario